Considerado uno de los artistas catalanes más relevantes del arte contemporáneo, nació en Barcelona en 1913 e inició su formación pictórica en 1926, asistiendo a cursos de Bellas Artes y a los talleres de Ángel Ferrán y José Mongrell.
Hasta el inicio de la Guerra Civil su actividad artística se destacaba por el trabajo en pinturas murales, decoración ornamental, diseño publicitario y otras actividades creativas. En 1939 se vio obligado a trasladarse a Francia de forma definitiva, donde afianzó su pintura, salió airoso del post-impresionismo y animado por Picasso, se adentró en la abstracción. Así, en los últimos años, su trabajo fue en su totalidad abstracto, siguiendo una línea de depuración de esquemas formales.
Además de pintor, fue grabador y escultor. Su fuerza creadora lo impulsó a lanzarse de manera continua a nuevas aventuras pictóricas. Triunfó tanto en pintura e ilustración como en escultura e incluso escenografía; pero es en el grabado donde demostró su maestría: sus innovaciones son la auténtica revolución calcográfica de estos tiempos.
En 1996, en Barcelona, fue su última exposición retrospectiva Antoni Clavé en La Pedrera, comisariada por Daniel Giralt-Miracle. En 1999 se celebró en Madrid una retrospectiva en las salas del Conde Duque en la que se reunían obras del artista de las décadas de los años 80 y 90.
Clavé falleció en 2005 a causa de una insuficiencia respiratoria, a los 93 años en su residencia de la localidad francesa de Saint Tropez. Había colaborado con las mejores galerías de la capital francesa y realizado escenografías para el Ballet de la Opera de París.
En declaraciones del crítico de arte Daniel Giral-Miracle, calificó su pintura como «una abstracción con referencias figurativas; una abstracción lírica”. Fue seguidor de una cierta tradición española como la de Velázquez o Picasso, aunque los críticos franceses lo encuadraron dentro de la Escuela de París». Asimismo, recordó cómo la pintura le mantuvo vivo. «El arte era el motor de su vida. Dedicó toda su vida al cartel, a la escenografía, al teatro, a los libros ilustrados y sobre todo a la pintura y la escultura, y creo que esto es lo que le dio vida y le permitió vivir 93 años».
Liber Ediciones, cuenta con obra suya en su Fondo de Obra Gráfica.