El primer traductor que vertió completa la Biblia a lengua castellana, nació hacia 1520 en Montemolín (Badajoz) y murió en Fráncfort del Main (Alemania) en 1594. Monje del monasterio jerónimo de San Isidoro del Campo de Sevilla y uno de los españoles renacentistas más notables, se convirtió a la Reforma luterana y en 1557 tuvo que huir a Ginebra con varios de sus compañeros de monasterio.
Fue calificado de heresiarca (jefe o maestro de herejes) por la Inquisición, que en 1562 quemaba su imagen en un auto de fe. Tuvo que huir también de la intransigencia impuesta por Calvino en Ginebra, vagando por toda Europa: Fráncfort, Londres, Amberes, Basilea, Estrasburgo, etc. A finales de 1558 se instala en Londres para intentar fundar una nueva iglesia española en Inglaterra, mientras dedica sus esfuerzos a la traducción de la biblia a partir de 1660. Sin embargo, los ataques conjugados de la inquisición y de los calvinistas franceses, le forzaron, en enero de 1564, a huir a Amberes precipitadamente, logrando poner a salvo sus manuscritos.
Con su cabeza puesta a precio por Felipe II, la entrada de las tropas españolas en esa ciudad en 1585 le obligó a instalarse de nuevo en Fráncfort, donde ya vivió hasta su muerte.
En medio del mayor secretismo, para evitar que los agentes de Felipe II y los esbirros de la Inquisición impidiesen la edición de la Biblia, en 1569, y tras varias interrupciones, consiguió publicar en Basilea la que se conoce como Biblia del Oso (que toma el nombre de la vieja marca tipográfica del impresor Samuel Biener, que aparece en la portada). Será la primera biblia completa en lengua española, traducida de los originales hebreos y griego.
Con el paso de los años, consiguió regresar a Londres y que le declarasen inocente de todos sus cargos.
Sobre la Biblia del Oso como extraordinaria obra literaria, Menéndez y Pelayo dijo que la biblia por él traducida era, junto con la obra de Cervantes, la mayor aportación a la lengua literaria española. Esa era también la opinión de dos grandes prosistas del siglo XX, Rafael Sánchez Ferlosio y Juan Benet.
Liber Ediciones editó, a partir de los textos de Casiodoro de Reyna, su Apocalipsis o Revelación de San Juan el teólogo; una edición de Alta Bibliofilia, limitada a 99 ejemplares con una introducción de Xavier Alegre y dibujos de José Luis Fariñas.