Botánico y escritor francés (Rouen 1929 – Fontainebleau 2019), realizó su carrera como naturalista entre Montpellier y en Paris.
Su vocación botánica le llegó de muy joven; con tan solo 14 años era miembro de la Sociedad de Amigos del Museo en su ciudad natal. Posteriormente, ingresaría en 1994 en la Sociedad de Amigos del Museo Nacional de Historia Natural.
A pesar de serias dificultades de salud, se unió a la Escuela Nacional Superior de Horticultura en Versalles, donde obtuvo el título de ingeniero en 1953, realizando estadías en el sur de Francia, en Argelia y en Marruecos. En 1954 fue nombrado asistente de dirección del Jardín de plantas de Montpellier, uno de los dos cargos más importantes de la Francia metropolitana. Allí, durante 17 años se dedicó a la restauración, mejora y enriquecimiento de las colecciones de este emplazamiento científico e histórico, que había sido devastado por las tropas de ocupación durante la Segunda Guerra Mundial. Bajo las enseñanzas del naturalista H. Harant, profesor de parasitología y materia médica, director de este Jardín, profundizó su conocimiento en botánica, realizó numerosos estudios y asistió a los cursos de Louis Emberger, director del Instituto Botánico. En aquel tiempo ejerció también como profesor en el Colegio Agrícola de Castelnau-le-Lez.
En 1971, se unió a la cátedra de biología vegetal en el Museo Nacional de Historia Natural de París, como asistente responsable de la conservación de las colecciones de plantas tropicales. Nombrado Profesor Titular en 1983, hasta el final de su carrera en 1994, también fue responsable del Jardín Botánico Exótico, sucursal del Museo Nacional en Menton-Garavan. Durante su larga estancia en el Museo y con el fin de enriquecer las colecciones botánicas del mismo, visitó parques naturales y jardines botánicos en Europa, investigó en el campo de la botánica tropical y realizó varias misiones, entre ellas a Creta, el sur de África, Namibia, Egipto, las Antillas y México. También visitó India y Australia.
A lo largo de su carrera, Yves Delange participó en diversas actividades a favor de la protección y conservación de la naturaleza, lo que lo llevó a publicar numerosos libros, entre ellos, Abogacía por las ciencias naturales en L’Harmattan, 2009.
Además, fue un apasionado de la historia de la ciencia. Escribió la biografía de J.B. Lamarck (1744-1829) y J.H. Fabre (1823-1915), además de una veintena de libros y cientos de artículos científicos, llegando a presidir la revista Terra seca, dedicada al estudio de plantas en ambientes áridos. Pero su pasión por la literatura le llevó a escribir también novelas, cuentos y una comedia.
Corresponsal de la Academia de Ciencias y Letras de Montpellier, recibió varios premios, entre ellos el Premio Stendhal de la ciudad de Grenoble, y sus escritos han dado lugar a traducciones en varios países.
En el libro de arte Botánica, de Liber Ediciones, participa con un artículo sobre la vida y obra del botánica J.B. Lamarck.