Decía el multipremiado traductor, escritor y crítico literario, Mauro Armiño, que la figura de Cervantes le ofendía desde los textos, cuando lo leía; y no porque lo hiciese sentir empequeñecido, diminuto, ante la impotencia de una escritura inalcanzable, sino por su dulce pesimismo que tiene sobre la condición humana, la suave distancia que pone entre él y la realidad; todo es dulce, todo es suave, si no fuera porque su caballero, Don Quijote, no está loco, ni su rústico Sancho es real; la píldora que Cervantes suelta está envuelta en apariencias; pero cuando penetra en el estómago y la cápsula pierde el envoltorio para que no amargue al paladar, estalla dentro, y su moraleja resulta insoportable.
La obra de Cervantes es indiscutiblemente inmensa, necesaria, pero también lo es conocer sus vivencias, sus experiencias vitales, porque no son las aventuras y malandanzas del caballero y Sancho lo que llega a trascender, sino esa forma de comunicar que tiene Cervantes, un pobre ser derrotado en todas partes, encarcelado por culpas ajenas, que sin embargo creía en algunas baratijas tan poco valiosas como el heroísmo y pide que, en Lepanto, le saquen a cubierta de la nao donde yace enfermo para sacar pecho de valiente: y en el pecho y en la mano recibió los arcabuzazos.
La larga andadura del ilustre escritor español, fue dulcemente descrita en la biografía novelada de María Teresa León. Más que recorrer los caminos emprendidos por su biografiado, los desanda para llegar a la experiencia germinal. No usa la imaginación para embellecer los hechos conocidos y darles realce mayor, sino que compone los datos de lo real.
Esta edición que propone Liber Ediciones, Primer Premio al Libro mejor editado en España, en la modalidad de Bibliofilia, es un auténtico capricho para descubrir el personaje de Miguel de Cervantes, a través del texto de María Teresa, la introducción de Almudena Grandes, y de las ilustraciones originales del artista José Luis Fariñas, quien con su mágico pincel de cuatro pelos creó un mundo personalísimo donde se mueve Don Miguel en todo su esplendor.
Cervantes, el soldado que nos enseñó a hablar consta de 216 páginas, 83 dibujos litográficos entre el texto y 12 litografías a todo color y a toda página, sobre papel especial blanco natural de 190 gr, encuadernado en tapa dura acolchada, con lomo redondeado y forrada de tela estampada a cuatro tintas, protegido por un lujoso estuche guardalibro en tela estampada en oro. Un precioso y delicado obsequio de edición limitada, que puede acompañarse de dedicatoria personalizada junto con el certificado nominativo de propiedad.
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